Motivos para ir de putas
No seas egoísta, compárteme con tus amigos


¿Por qué mi marido se va de putas?

Pregúntale a un hombre si alguna vez ha estado con una prostituta y te contestará con la misma expresión de desconcierto que la de una lesbiana enfrente de una erección masculina. A esto añadirá un claro y directo “¿Estás de coña?”.

Los hombres, señores y señoras, mienten. Mienten como mentimos las mujeres cuando nos acostamos con nuestra pareja de hace 10 años y para evitar que su virilidad se sienta afectada le decimos “Sí amor, me he corrido como nunca en la vida”. Mentira. Yo, por ejemplo, soy tan mentirosa que incluso cuando me masturbo finjo el orgasmo.

Pese a que ellos nunca admitirán haber pagado para tener sexo, las estadísticas dicen otra cosa. Según las investigaciones de Havocscope, compañía que recopila datos sobre las actividades del mercado negro, los puteros existen y están en todas partes. ¿Y dónde están exactamente? Estos son los países más puteros del mundo:

1. China
2. España
3. Japón
4. Alemania
5. Estados Unidos

¡Un aplauso para todos ellos! ¡Y especialmente para nosotros por nuestra merecida medalla de plata en este ranking!

Ahora bien, ¿por qué los hombres deciden pagar a una escort? Porque tienen un marcado carácter solidario que les impulsa a compartir con desconocidas su esperma. Quizás, aunque después de preguntar a unas cuantas chicas de nuestros locales, éstas son las razones que hemos podido recopilar:

  • Pueden acostarse con un pibón: sin tener que esforzarse para conquistarla. Basta con enseñar el monedero que el pibón se dejará llevar por la pasión aunque el hombre tenga menos atractivo que mi abuelo quitándose la dentadura postiza.
  • No tienen la presión de tener que cumplir: no hay “obligación” de complacer a nadie, aparte de su rabo. Además si se corren después de 2 minutos no tienen que justificarse, ya se ocupará Dios de juzgarles como eyaculadores precoces.
  • Sus fantasías más escondidas pueden hacerse realidad: imaginad la escena de un hombre con una escort mientras ella le penetra a él: “Cariño, cuidado con el anillo que me estás arañando” – “Ah, disculpa… pero no es el anillo, es el reloj”. Sí, señoras mías, a muchos hombres les encanta el dedito en el culito y a muchos otros que una mujer les penetre con un arnés; sin embargo, no se atreven a pedirlo a su pareja porque vete a saber si ella acabará pensando que ya no es un macho empotrador. Una prostituta, por el contrario, no tendrá prejuicios en ponerle mirando a Cuenca, y todo con una dulce sonrisa en el rostro.
  • Acceso libre a la puerta trasera: el culo, señoras, hay que poner el culo. Si bien hay muchos hombres que aprecian una polla de plástico en el esfínter, hay muchísimos otros que están obsesionados con penetrar el ojete de una mujer. Pero, si con su pareja tienen que inventarse excusas imposibles para convencerlas, del rollo “Amor, el sexo anal adelgaza y es antioxidante”, con una chica de compañía basta con sacar una propina y listos. Pensad que en la página de Apricots hay 23 categorías de prácticas sexuales, de éstas el 49% de clics se los lleva la de sexo anal… ¿Casualidad? No lo creo.
  • No pierden tiempo: las mujeres somos unas románticas, nos encanta que nos conquisten poco a poco y nos hagan sentir especiales. Nosotras sabemos dejarnos llevar por el corazón y nos enamoramos de la mente de la otra persona. Los hombres, por el contrario, no quieren perder tiempo con conocer detalles, compartir mimos y sacar mil palabras; la polla no se lo permite. Por lo tanto, la solución más simple es pedir los servicios de una prostituta, que ya sabe a lo que va y el romanticismo prefiere vivirlo fuera del horario laboral.

Señoras queridas, aprendamos la moraleja: por un lado, asumir que los hombres son puteros y así, viviremos más tranquilas; por otro, que hay que ser más abiertas, y no sólo de mente. No os olvidéis de algo muy importante: hay que poner el culo, así como estar dispuestas a profanar el de vuestro partner, si así lo desea.

Hilary Clinton
Apricots
No creemos en el amor a primera vista pero follamos en la primera cita. Queremos ser tu marca del puterío.
Entradas creadas 522

7 pensamientos en “¿Por qué mi marido se va de putas?

  1. Menuda porquería. Se nota que solo tratáis con hombres que van de putas, y que por eso este artículo se deja al resto fuera. La moza que ha escrito esto necesita una buena inyección de feminismo en vena y sin diluir.

  2. Joder, suerte que todas las feministas no sois así de vulgares y algunas son capaces de dar su opinión de una forma educada sin insultos. Prefiero mil veces la escritora machista del blog de un burdel que una choni feminista maleducada que se crea super reivindicativa por decir en la misma frase la palabra patriarcado + dos insultos. No sé que pinta ésta en el blog de un puticlub, y no está opinando en un post de «Sálvame» del foro de Telecinco o algo así, que son muuuucho más políticamente correctos.

  3. Buen artículo Apricots! Algunos también nos vamos de putas porque estamos solteros y para desconectar del trabajo. También porque nos gustan las chicas rusas o de europa del este. Ligar en España cada día cuesta más. Parece que hay que ser un modelo de revista y estar cachas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Publicaciones relacionadas